La Iglesia Fraternidad Apostólica María Madre de los Misioneros (IFAMMM), es una comunidad Eclesial Católica y Apostólica no Romana, que tiene su origen en la Iglesia Católica Romana de los países bajos (Holanda). 

La Iglesia Fraternidad Apostólica María Madre de los Misioneros (IFAMMM); cree, profesa y promulga la fe cristiana recibida en herencia de los Apóstoles. (Credo Niceno-Constantinopolitano), además sigue las enseñanzas de las Sagradas escrituras, los 85 Cánones de los Apóstoles, así como los Cánones aplicables de los Siete Primeros Concilios ecuménicos.

Creemos que la salvación eterna es prometida a la humanidad solo a través de los méritos de nuestro salvador Jesucristo, y en consecuencia el Hombre ha de guardar una condición de obediencia al Evangelio, donde se requiere fe, esperanza y caridad. 

Profesamos que las enseñanzas de las Sagradas Escrituras deben distinguirse claramente de las normas, preceptos y disciplinas eclesiásticas; y que ninguna autoridad debe compeler a nadie a aceptar como verdad revelada lo que no contenga fundamento en las Sagradas Escrituras y en la sana tradición de la Iglesia; en consecuencia consideramos que el Dogma de la Infalibilidad Papal y el primado  Universal del Papa sobre la Iglesia de Cristo; adoptados en el Concilio Vaticano I, quebranta la unidad de la Iglesia y desconoce los Patriarcados históricos; por tanto la Fraternidad Apostólica María Madre de los Misioneros, no acepta este dogma, Lo cual no debe interpretarse como desconocimiento y demérito a la dimensión eclesial e histórica del papado.

Los Obispos, Sacerdotes y Diáconos de la Iglesia Fraternidad Apostólica María Madre de los Misioneros (IFAMMM); pueden optar libremente al matrimonio o conservarse Célibes, según sea su elección; La ordenación de hombres casados está sólidamente fundamentada en las Sagradas Escrituras, como lo demuestra el hecho que algunos de los Apóstoles llamados por Jesús eran casados, tal como lo fuera San Pedro a quien Jesús confiere la sanidad a su suegra (Mc 1, 30-31) y durante muchos siglos la iglesia abrigo en su seno a hombres casados para cumplir con la misión heredada de los Apóstoles, según la tradición de la Iglesia atestiguada por San Pablo en sus cartas a Timoteo (1 Tim 3, 1-7); (Tito 1, 5-6). 

Como vemos el celibato sacerdotal obligatorio (legislado en el Segundo Concilio Lateranense en 1139 bajo el pontificado del Papa Inocencio II) admitido por muchos es una tradición enraizado en la disciplina de la Iglesia, no en la Revelación y mucho menos en la tradición de la iglesia primigenia de los apóstoles.

Practicamos y celebramos los sacramentos de la nueva  ley que fueron instituidos por  Cristo y  son  siete a saber, bautismo, confirmación, Eucaristía,  penitencia, Unción  de los enfermos, Orden sacerdotal y matrimonio.

Confesamos que la comunión con el Cuerpo y Sangre de Cristo son prenda de vida eterna, remedio saludable para el perdón de los pecados y alimento para el alma, por tanto, todo bautizado con la adecuada preparación participa de la sagrada comunión.

Amamos y honramos a la virgen María como la Madre del Hijo de Dios; por tanto, en la Iglesia Fraternidad Apostólica María Madre de los Misioneros (IFAMMM); la veneración a la virgen María debe ser bastante adornada de piedad y de respeto sabiendo que   ella es una figura importantísima en la vida de un sacerdote y de los laicos, en virtud de lo cual le proclamamos como Santa Patrona de la iglesia.